Dispara, yo ya estoy muerto

Título: Dispara, yo ya estoy muerto
Autora: Julia Navarro
Nº de páginas: 912
Editorial: Plaza y Janés
ISBN: 9788401354694
Lenguaje: Castellano

Una extraordinaria novela de personajes inolvidables cuyas vidas se entrelazan con momentos clave de la Historia, desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, y que recrea la vida en ciudades tan emblemáticas como San Petersburgo, París o Jerusalén.
Dispara, yo ya estoy muerto es una historia llena de historias, una gran vela que esconde dentro muchas novelas y que, desde su enigmático título hasta su inesperado final, alberga más de una sorpresa y emociones a flor de piel.

La novela presenta a dos familias, una de origen judío y otra árabe, de tal forma que conoceremos ambos puntos de vista, aunque es cierto que conoceremos más a fondo a los judíos ya que Julia Navarro se centra más en esta familia detallándonos todas las complicaciones por las que tuvieron que pasar los judíos desde finales del siglo XIX hasta 1949.
Los narradores presentes en el relato son dos, Ezequiel Zucker, hijo de Samuel Zacker y Marian Miller, ambos nos irán relatando la historia de ambas familias.
La ambientación trata diversas ciudades emblemáticas las cuales resultan de lo más acertadas, principalmente contamos con Jerusalén, lugar donde se desarrollan una gran cantidad de acontecimientos, pero también contaremos con ciudades tales como Toledo, Londres, Madrid y como no podía faltar en una novela de este género, contaremos con la gran Alemania.
Julia Navarro narra sucesos como los pogromos en Rusia en la época zarista y el Holocausto judío enriqueciéndonos de datos, en mi caso, desconocidos hasta su lectura.

Es posible que en cuanto a personajes, en un principio no se identifiquen bien cada uno de ellos ya que son muy numerosos, pero en el avance de la novela se identificarán y caracterizarán de una manera muy clara. En algunos tramos del libro, la novela resulta algo lenta en cuanto al desarrollo se refiere pero en general es una lectura interesante y bastante sencilla, eso sí, os recomiendo leerla con tranquilidad ya que si se pretende leer con ligereza es posible perderse en algunos de sus puntos.

Una vez más, la escritora madrileña nos sorprende y engancha con una novela en la que muchos aprendemos detalles ocurridos entre los siglos XIX y XX anteriormente no conocedores de ellos y, al mismo tiempo, nos presenta una novela repleta de dolor y sufrimiento que harán concienciarse a muchos de sus lectores de la cruda realidad que nuestros antepasados vivieron.